EL DIOS
DEL CACAO
La
Historia del chocolate comienza con los primeros homínidos de las zonas
templadas de América que comían la fruta dulce y cremosa que ofrecían las
vainas o habas del cacao. Los árboles de cacao crecían en las selvas húmedas de
mesoamérica y servían de alimento, especialmente la pulpa blanquecina dúlce,
que llamamos mucílago, cuyas semillas, ligeramente amargas, no se consumían. Ese
cacao era el originario, el más puro y aromático que hoy conocemos, al que
llamamos criollo o antiguo. Aquellos primeros pobladores del continente
disfrutaban del mejor manjar posible.
CACAO
EN LA ÁMERICA PRECOLOMBINA
Solo
las élites lo consumían y por ello era considerado el alimento de los dioses.
Su consumo estaba prohibido para las clases pobres. La fabricación del
chocolate se hacía como bebida ritual de poderes mágicos (mezclado con especias
y chile) en ceremonias “religiosas” o como alimento líquido, frio y espumoso,
para la potente aristocracia al que se atribuían propiedades energéticas y
saludables, algo que hoy la ciencia demuestra como cierto.
La
arqueología nos habla del origen del chocolate y nos demuestra que hace 3750
años en México ya se consumían los granos de cacao (xocoatl). Sabemos también
que los habitantes prehispánicos, mayas y aztecas, en Mesoamérica lo utilizaban
como moneda de cambio y los almacenes reales mayas estaban repletos de esta
semilla.
El cacao
se remonta al menos a 3000 años a la época de la civilización olmeca, que vivía
en el centro sur de México. Los mayas siguieron a los olmecas, quienes
centraron sus vidas en esta planta especial. Usaron cacao en ceremonias y como
una forma de comunicarse con sus dioses. El ritual de bautismo para niños y
niñas involucraba cacao.
Los
mayas fueron la primera civilización importante en usar granos de cacao como
moneda. La palabra cacao proviene de su nombre original kakaw.
Cuando
el conquistador español Hernán Cortés desembarcó en 1519, es probable que la
planta sagrada cautivara su corazón y es a través de él que ha viajado por el
mundo.
El
último emperador azteca, Moctezuma, fue registrado por cronistas españoles por
consumir hasta 50 tazas de una bebida de cacao de vasos de oro en las fiestas.
PROPIEDADES
MÁGICAS DEL CHOCOLATE
Todos
hemos escuchado la frase «no hay nada que un poco de chocolate no pueda
solucionar», y si bien eso puede no ser del todo cierto, ¡consumirlo puede
hacernos sentir tan bien! Metafísica y mágicamente, el chocolate es perfecto
para el amor, el romance, el sexo, la amistad y la conexión a tierra. Comer un
pedacito puede hacernos conectar con la Tierra y ayudarnos a amar de verdad el
aquí y ahora. Usa la magia, los hechizos y las pociones de chocolate para
ayudarte a amarte a vos mismo, encontrar el amor, sentirte enamorado, feliz,
contento y mucho más. Ya sea que seas un adicto al chocolate, una bruja de la
cocina o un cristiano comprensivo.
PROPIEDADES
Y BENEFICIOS
El cacao
fue el oro más preciado del imperio maya debido a todas sus buenas propiedades.
Se obtiene de las semillas que se hallan en las vainas del árbol de cacao;
vainas que nacen de una flor parecida a una orquídea salvaje que sale del
tronco.
Hoy se
considera sin duda un gran superalimento por todos los beneficiosos que aporta
a la salud. Por eso, aunque es el ingrediente clave de uno de los placeres
gastronómicos más aclamados de la historia –el chocolate–, hay que diferenciar
muy bien estos dos alimentos.
El
primero es un superfood, un polvo bajo en grasa que se obtiene de moler las
nueces de cacao; el segundo es una mezcla de ingredientes, muchos de ellos
refinados, como el azúcar, las grasas y los derivados lácteos.
6
BENEFICIOS DEL CACAO CRUDO PARA LA SALUD
El
cacao crudo es uno de los alimentos con una mayor concentración de
antioxidantes, con una puntuación de 95.000 unidades de ORAC: 14 veces más que
el vino tinto y 21 más que el té verde.
Además,
es rico en un mineral vital para el organismo, el magnesio, y una pequeña
ración de 30 g cubre con creces el hierro recomendado al día. Otros minerales,
como calcio, fósforo, cobre, manganeso y, en menor medida, selenio, potasio y
zinc, también están presentes.
Los
beneficios del cacao crudo son múltiples:
DIABETES:
ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa.
Sus pro-antocianinas previenen las cataratas y son eficaces en la prevención y
curación de la nefrotoxicidad por diabetes.
PRESIÓN
ARTERIAL: su gran contenido en flavonoides lo hace un buen aliado para
regularla; a su vez estimula la producción de óxido nítrico, lo que relaja los
vasos sanguíneos.
OBESIDAD:
ayuda a modelar el metabolismo de lípidos, reduce la síntesis de ácidos grasos
e incrementa la termogénesis, la producción de calor en el tejido adiposo.
CEREBRO:
sus flavonoides ejercen un papel neuroprotector, pues mejoran las funciones de
memoria y la capacidad de aprendizaje. La epicatequina y la catequina han
demostrado tener efectos beneficiosos en la prevención del Alzheimer.
SALUD CARDIOVASCULAR:
flavonoides como procianidinas, catequinas y epicatequinas, de efecto
antiagregante de las plaquetas, ayudan a prevenir arteriosclerosis y trombosis.
PIEL
SANA: los flavonoides aumentan la elasticidad, hidratación y densidad de la
piel. Además, la epicatequina eleva la saturación de oxígeno en la hemoglobina,
lo que estimula la circulación de la piel y contribuye a la fotoprotección
endógena.
EL
CACAO LEVANTA EL ÁNIMO: Sus flavonoides mejoran el humor, combaten la depresión
y protegen la actividad cognitiva. La feniletilamina contenida en el cacao le
otorga efecto afrodisiaco y es responsable también del "momento
felicidad" que se da tras comer chocolate.
El
cacao lo utilizaremos para preparar bebidas, salsas, aperitivos y postres, y
todo tipo de chocolates caseros, siempre mejor en crudo para mantener sus
propiedades.
Pese a
ser un alimento excelente no se debe abusar de él: puede ser algo adictivo por
la teobromina, un excitante similar a la cafeína.
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