BRANWEN
Significa cuervo
blanco. Hija de Llyr y hermana de Bran. Es el aspecto literario de una antigua
divinidad del amor. Su historia parece una novela rosa, sin el aparente final
feliz. Princesa de Gales, se casa con el rey de Irlanda, Matholwch, para lograr
la paz entre ambos reinos. Efnesien, el medio hermano de Branwen, se sintió
ofendido porque no lo consultaron sobre el enlace y mato los caballos que
Matholwch había traído a Gales y que eran su orgullo. Para compensar, el rey de
Gales, Bran el Bendito, le da al rey de Irlanda un caldero mágico, que revive a
los muertos colocados en su interior. Matholwch acepta, pero queda resentido.
Una vez en su reino, sus súbditos se quejan por tener a una reina extranjera,
aunque Branwen se ha comportado como una digna soberana. Una vez que le da al
rey un hijo, este la convierte en una esclava, obligada a trabajar en la cocina
en donde es continuamente maltratada y golpeada.
Incomunicada,
Branwen entrena a un pajarito, el estornino, para que lleve un mensaje a su
hermano Bran, explicando su padecer. Bran (que era un gigante) viene con todo
su ejército y Matholwch decide hacer un pacto de paz, disculpándose por la
manera en que la trato y comprometiéndose en dar la corona el hijo de ambos.
Sin embargo, el hermanastro de Branwen, Efnesien, de nuevo molesto porque no lo
han tomado en cuenta, asesina al hijito de Branwen y la guerra comienza de
nuevo. Los irlandeses tienen la ventaja del caldero, que revive a sus muertos,
pero aun así, la masacre se extiende a ambos lados. Efnesien, arrepentido por
lo que su soberbia ha logrado se arroja al caldero.
Ningún ser viviente
puede ser colocado en el caldero y este explota. Después de tan cruenta guerra,
todos los irlandeses han muerto, a excepción de cinco mujeres embarazadas. Los
galeses no salen mejor parados. Solo siete de los miles que vinieron han
sobrevivido. Bran ha sido herido mortalmente y pide que le corten la cabeza,
puesto que su gigantesco tamaño imposibilita la posibilidad de que regrese su
cuerpo a Gales. Milagrosamente, la cabeza continúa con vida hasta llegar a su
tierra natal. Branwen sobrevive a la tragedia, pero una vez en Gales, el dolor
por la muerte de su hijo, hermanos, compatriotas e incluso los irlandeses, es
demasiado para ella y su corazón estalla. Cuando la espiritualidad celtica
reconoce en Branwen un aspecto de la divinidad, dicho aspecto no es el de la
muerte ni la destrucción. Para los celtas, Branwen representa el amor, la
belleza y la primavera. Esto es significativo. Branwen como diosa de la
primavera nos habla de la esperanza, del renacer después del crudo y a menudo
mortal invierno, de nuevas oportunidades e incluso de la creencia celtica de la
reencarnación. Uno de los significados de la palabra Branwen es cuervo blanco y
muchos ven en esto un símbolo de Branwen como guía de almas a la próxima vida.
El sufrimiento que
padeció Branwen a causa de las muertes de su seres queridos, también la hacen
un oído comprensivo para los que sienten el dolor de perder a un ser amado.
Ella llorado las lágrimas, ella ha sentido la impotencia y el tormento de
presenciar muertes violentas e injustas. Pero como diosa de la primavera, ese
renacer de la tierra, ella ofrece esperanza para una reunión, en este mundo o
el próximo, con nuestros seres queridos.
Como divinidad del
amor, Branwen se acerca más Kuan Yin y a la Virgen María que quizás a la más
sexual Afrodita con la que muchas veces se le compara. Ella sufre y su corazón
se rompe porque ella ama, incluso al pueblo que la trato mal, y se culpa así
misma de su destrucción. Incluso antes de la tragedia, Branwen es movida por el
amor. Acepta casarse con Matholwch para traer la paz; cuando Bran llega a
rescatarla, ella no exige venganza por la manera en que fue maltratada, si no
que de nuevo, en busca del bien común, negocia una salida pacífica que Efnesien
destruye con su orgullo.
Ama su hijo, ama a
sus hermanos, ama a sus compatriotas. El amor de Branwen es conciliador,
misericordioso y universal. Como diosa de la belleza, relacionada normalmente
con la naturaleza y la primavera, Branwen también nos recuerda que la belleza
es uno de los mayores remedios contra la tristeza. Crear, rodearse y compartir
belleza es alimento para el alma y para la espiritualidad celtica, la belleza
es un atributo a aspirar, como representación del equilibrio interior y forma
física de alabanza, de acción de gracias por la vida y el mundo en el cual
vivimos.
►Característica:
El amor.
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