sábado, 2 de mayo de 2020

LAKSHMI: LA DIOSA LOTO

S. Sacerdotisa Aida Ochoa Diaz Fundadora de The witchs Garden School Concejal de Sociedad Wicca Mexico A.C.


La diosa Lakshmi es representada de pie o sentada sobre una flor de loto, con monedas de oro fluyendo de sus manos. Lakshmi es la Diosa de la Buena Fortuna, Prosperidad, la Abundancia, la Belleza y la Buena Suerte.   Los estanques y los lagos recubiertos de lotos son considerados como dominios de la diosa de la prosperidad, la bella Lakshmi. Está considera como una diosa universal, conocida también como la Diosa-Loto. A esta extraordinaria diosa hindu también se la llama Padma y Kamala (ambas significan loto).

Lakshmi es conocida dentro de la mitología hindú por ser la deidad de la buena fortuna y la abundancia, esta diosa está caracterizada por representar el amor y la belleza del mundo, su símbolo es la FLOR DE LOTO  donde la diosa se ve sentada o llevando esta flor en su mano derecha, es reina de las riquezas y también es vista como la dueña de la fertilidad; esta diosa es muy venerada en la India.

LA FLOR DE LOTO SIMBOLO DE BELLEZA PERFECTA

La naturaleza femenina es sinónimo de belleza. Mientras que la divinidad masculina de Vishnu-Narayana representa la belleza sin forma, la divinidad femenina representa la belleza en la forma. La más alta belleza está más allá de lo externo, es un reflejo de la gran belleza que transciende a toda forma. Cuando vemos más allá de la superficie observando desde la más pura conciencia, el camino de la belleza puede llevarnos de regreso hacia el mundo de la naturaleza dentro de lo absoluto. La verdadera belleza es eterna y reflejada principalmente sobre las formas cambiantes de las cosas. En última instancia la más elevada belleza no radica en el objeto, si no en su percepción. La belleza deriva de la luz de la conciencia que irradia a través del objeto. Por eso la belleza nunca puede morir, simplemente tiene múltiples formas de revelarse. La luz de la belleza que vemos en las cosas es la luz de nuestra propia conciencia. Al descubrir esto, entramos en contacto con la fuente del deleite infinito en nuestro interior. La belleza de la percepción solo ocurre cuando la mente se limpia de los condicionamientos del ego y descansa en la pura conciencia. Entonces cualquier cosa que vea irradia la luz de la eternidad a través de la belleza del Ser Verdadero o Ser Universal. De lo contrario, nuestro condicionamiento mental, como el fango bajo el loto, obstruye la sutil y transparente belleza de las cosas, aún cuando seamos capaces de percibir claramente sus características físicas. Cuando la mente se purifica, se transforma para convertirse en la belleza del loto y de este modo poder ver a través de su propio reflejo la verdadera belleza inherente en todas las cosas manifiestas.

Aunque es una deidad del hinduismo, también es venerada por el budismo. Para lo Budistas  también representa la diosa de  la abundancia y de la fortuna, es común ver su representación en algunos templos y stupas. Es considerada como  una deidad importante en el Jainismo y se encuentra en los templos Jain. Es reverenciada a diario por millones de personas en todo el mundo.

En el hinduismo, Laksmi es la consorte eterna del dios Visnú, y diosa de la belleza y de la buena suerte. En el hinduismo suele representarse a la diosa Lakshmi montando un búho blanco, cuyos ojos grandes simbolizan la visión aguda durante la noche; esto es visto como un presagio de prosperidad. Lakshmi monta un búho, recordándonos que sin ser sabios como el búho la prosperidad no puede alcanzarse, y que también uno puede cegarse al alcanzar la prosperidad, así como los búhos quedan ciegos con el sol. Así, como el búho, estamos en peligro de perder nuestro sentido de dirección. Un dato curioso y agradable es que entre algunas especies de lechuzas, los hermanos mayores brindan alimento a sus hermanitos, lo que no es usual en otras aves.

Como manifestación sagrada de todas las formas de prosperidad, ella es probablemente la Diosa más popular de todos los Dioses y Diosas Hindúes. Es benefactora, distribuye su generosidad sin explicar por qué favorece a unos y perjudica a otros. Es la fortuna, con todo lo que esto comporta de aleatoria. Las joyas son otro de los signos de la presencia de Lakshmi. También se la conoce como Shri, que significa «Esplendor».

Tiene una presencia dual en el panteón hinduista: Por un lado representa la encarnación de la gracia y la belleza. En un concepto más amplio representa el concepto de prosperidad y riqueza, más allá delo tangible, pues en un estado más sutil pueden evaluarse diversos planos.

Lashkmi es la Diosa de todas las riquezas materiales (dinero, belleza, buena suerte, salud, prestigio, abundancia) y también de las riquezas espirituales (amor, bienestar, vitalidad, generosidad, desapego, humildad, luz).



La palabra «Lakshmi» se deriva de la palabra sánscrita Laksme, que significa «meta». Lakshmi, por lo tanto, representa la meta de la vida, que incluye la bonanza material y espiritual. Como consorte de Vishnu, esta Diosa representa también el equilibrio. La capacidad de abrir las puertas de la abundancia tanto para entrar como para salir, tanto para dar como para recibir en su justa medida, en un intercambio infinito de energía y amor controlados y proporcionados.

Vestida con Sari rojo bordado en oro. Es descrita como una bella mujer india de grandes ojos oscuros, piel dorada y cuatro brazos.  Sus hermosas vestiduras rojas y doradas representan actividad y prosperidad.  Aparece sentada o de pie en su trono de loto rosa, que representa la belleza, la pureza y la fertilidad. Lleva dos flores de loto bendiciendo a sus devotos, representando la evolución espiritual y la armonía en la vida. Se ve a Lakshmi representada en monedas y suele estar flanqueada por elefantes, los cuales significan su poder real. Su expresión suele ser tranquila y cariñosa.

Usualmente se la representa con cuatro brazos: al lado derecho uno sostiene una flor de loto y con el otro reparte bendiciones; al lado izquierdo uno reparte monedas y el otro un loto. Sus cuatro brazos simbolizan los cuatro fines que se deben buscar en la vida humana: dharma (justicia), kama (deseos genuinos), artha (abundancia), y moksha (liberación del ciclo de reencarnación). Su asociación con los lotos se refiere a la pureza y el poder espiritual. Ella nos vincula con la fuerza de la prosperidad y nos ayuda a pensar de una manera abundante.

Tiene el río Ganges a su servicio, y dos elefantes se muestran de pie junto a ella y la pulverizan con sus aguas, esto denota que el esfuerzo incesante, de acuerdo con el “Dharma” y rigiéndose por la sabiduría y la pureza, conduce a la prosperidad material y espiritual.

LAKSHMI ES LA ESPOSA DE VISHNÚ, Y ENCARNA LA FUERZA Y LA POTENCIA DEL GRAN DIOS.

Lakshmi también se llama Sri o Thirumagal  porque está dotada de seis cualidades auspiciosas y divinas y es la fuerza divina de Vishnu.  Otro de los nombres de Lakshmi es Chanchala, que significa, «inestable», «inquieta». Durante sus festejos se suelen sumergir en leche las imágenes de Lakshmi durante tres días, recordando el mito narrado en el Srimad Bhagavatam cuando los semidioses y demonios batieron el oceano de leche para conseguir el Amrita (néctar de la inmortalidad).

Su mito de creación es uno de lo más coloridos de todas las deidades hindúes. Se dice que nació, totalmente crecida, sobre un loto rosa que se elevaba desde  un mar de leche espumosa.  El mito fundamental hindu cuenta que del océano cósmico de leche,  una de las maravillosas criaturas que surgieron de él fue Lakshmi (casi igual que como nació Afrodita) y ella vino a otorgarle a Vishnu el poder que necesitaba para devolver el equilibrio al mundo material y el Señor Vishnu la acepto como su consorte.. Gracias a la unión entre Vishnu y Lakshmi, renació la memoria del amor y se re-estableció el orden. Su regalo para el mundo es el Dharma, la vida armoniosa.

Vishnu es un Dios que forma parte de la trinidad hindú o “trimurti” como suelen llamarla los hindúes, este es el trío de dioses formado por Shiva, Brahma y Vishnu, donde Vishnu es el preservador universal; es considerado como la esencia indestructible en un mundo de cambios, la realidad eterna en medio de la pluralidad y el estado más elevado de conciencia que posee cada ser humano.
En el momento que surgió hacia la tierra, la diosa escogió a Vishnú como su compañero eterno, tanto de las generaciones precedentes como de las sucesivas, ya que era el único que podía detener a Maya, la ilusión. Por ello se dice que en la encarnación de Vishnú como Rama, ella encarnó en Sita, su esposa. En la encarnación de Vishnú como Krishna, Lakshmi encarnó como Raddha. La poesía hindú con mayor carga erótica narra la historia de Raddha, una mujer casada que sentía una pasión desbordante por Krishna, y se aleja a escondidas de su marido mortal para reunirse con él. Estos poemas se reflejan el carácter voluble de la diosa y el gran amor que sentía por su esposo inmortal. Como consorte de Vishnú, ella representa el lado activo y la energía femenina del Ser Supremo.
Cuenta la mitología Hindú que Indra (rey de los Dioses) presidía una procesión sobre su elefante cuando se le acercó un mendigo y le entregó una guirnalda diciéndole: “Toma, rey. Te entrego esta guirnalda como símbolo de prosperidad y abundancia, cuídala”. El rey la tomó descuidadamente y, sin ningún interés, la colocó en el cuello de su elefante, sin saber que, dentro de esa guirnalda, se escondía Lashkmi, la Diosa de la prosperidad. Al ver que Indra, rey de los Dioses, no sentía ningún respeto hacia ella, Lashkmi simplemente desapareció y, con ella, toda la prosperidad de los mundos, la alegría, la belleza, las flores, el dinero, la bondad y el amor.

Los Dioses, al darse cuenta de que dentro de la guirnalda se ocultaba Lashkmi y de que había desaparecido, fueron corriendo a pedir consejo a Visnhu, esposo de Lashkmi y Dios del equilibrio. Vishnu, aterrorizado, pues ella le proporcionaba la energía para poder realizar sus funciones, sabía que Lashkmi no era una diosa que se enfadara o se enfrentara con armas; cuando no se la honraba, simplemente desaparecía. Se lanzó a una búsqueda sin fin por los mares profundos generando un enorme remolino de agua en el que, por fin, la encontró delicadamente posada sobre una flor de loto, vestida de rosa ofreciendo flores y bendiciones. Una vez la tomó de la mano, la prosperidad volvió a los mundos.
Este sencillo pero elocuente relato nos ofrece una idea bastante explícita de lo que significa la prosperidad y la abundancia. Cuando no la valoramos, desaparece. Cuando la buscamos, nos ofrece su mano con generosidad y regresa. Pero aún siendo tan antigua como la creación, el primer documento que contiene evidencia sobre Lakshmi es un himno relativamente tardío, uno de los “Khilas” adherido al antiguo corpus del “Rig Veda“.

Los libros sagrados hindúes, que se parecen mucho a las grandes epopeyas griegas, nos narras bellísimas historias de Diosas y Dioses que encarnan distintos aspectos y fuerzas de la vida y del universo.

Lakshmi, “la del trono de loto”, es muy semejante a la diosa del amor de Grecia, Afrodita  “la del trono de rosas”,, y como ella nace de la espuma del mar.  Curiosamente muchos de los epítetos son idénticos a los que recibe Afrodita en la religión griega y es imposible negar un origen indoeuropeo común.
Lakshmi tiene mucho en común con la diosa griega Afrodita y la Venus romana ; todas son diosas del amor para atraer riqueza y prosperidad, tanto materiales como espirituales.

En las ruinas de Pompeya se hallo una estatuilla de márfil indio que representa a la diosa hindú de la fertilidad, Laskshmi, danzante, completamente desnuda y adornada por gran diversidad de joyas.

Tres mil años después sigue siendo el símbolo de la suerte, es la deidad femenina más adorada y amada. Venus, Afrodita, Inanna o Astarté, Lakshmi u Oshun…. Ella ha tenido muchos nombres y la Humanidad le ha ofrecido sus oraciones para pedir Amor y Abundancia….

A todas estas diosas, incluida la diosa Laksmi se las asocia al número 8 y su figura geométrica, llamada “estrella de Lakshmi” son dos cuadrados entrelazados (un octógono estrella), figura que H.P.Blavatsky asocia a Venus, y a su influencia sobre su planeta hermano, la Tierra. Pues, ciertamente Lakshmi es Venus, el despertar de la conciencia humana, la luz inteligible que permite ser vivida gracias a ella, la blanca espuma del mar y las flores del lotus que, como estrellas, ornaron la Tierra con su belleza desde hace decenas de millones de años, cuando el ser humano abrió los ojos a la vida, por primera vez consciente de sí mismo y de lo que le rodeaba.

Para los indos es el loto emblema de la potencia creadora de la naturaleza, por la compenetración del fuego (espíritu) con el agua (materia)

La flor del loto o lirio de agua simboliza el tránsito de lo subjetivo a lo objetivo, del pensamiento abstracto de la Divinidad desconocida a las formas concretas y visibles de la creación. Disipadas las tinieblas, surgió la luz y Brahma vio en el mundo ideal, hasta entonces sumido en la mente divina, los arquetipos de las cosas que habían de tomar forma visible en la manifestación del universo. Porque, como arquitecto del universo ha de dar existencia objetiva a los tipos ideales ocultos en el seno del Eterno, del mismo modo que en la semilla del loto se ocultan las futuras hojas de la planta.

Estrella de Lakshmi o Ashthalakshmi, simbolizando las ocho formas de riqueza

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