La
diosa Lakshmi es representada de pie o sentada sobre una flor de loto, con
monedas de oro fluyendo de sus manos. Lakshmi es la Diosa de la Buena Fortuna,
Prosperidad, la Abundancia, la Belleza y la Buena Suerte. Los estanques y los lagos recubiertos de
lotos son considerados como dominios de la diosa de la prosperidad, la bella
Lakshmi. Está considera como una diosa universal, conocida también como la
Diosa-Loto. A esta extraordinaria diosa hindu también se la llama Padma y
Kamala (ambas significan loto).
Lakshmi
es conocida dentro de la mitología hindú por ser la deidad de la buena fortuna
y la abundancia, esta diosa está caracterizada por representar el amor y la
belleza del mundo, su símbolo es la FLOR DE LOTO donde la diosa se ve sentada o llevando esta
flor en su mano derecha, es reina de las riquezas y también es vista como la
dueña de la fertilidad; esta diosa es muy venerada en la India.
LA FLOR
DE LOTO SIMBOLO DE BELLEZA PERFECTA
La
naturaleza femenina es sinónimo de belleza. Mientras que la divinidad masculina
de Vishnu-Narayana representa la belleza sin forma, la divinidad femenina
representa la belleza en la forma. La más alta belleza está más allá de lo
externo, es un reflejo de la gran belleza que transciende a toda forma. Cuando
vemos más allá de la superficie observando desde la más pura conciencia, el
camino de la belleza puede llevarnos de regreso hacia el mundo de la naturaleza
dentro de lo absoluto. La verdadera belleza es eterna y reflejada
principalmente sobre las formas cambiantes de las cosas. En última instancia la
más elevada belleza no radica en el objeto, si no en su percepción. La belleza
deriva de la luz de la conciencia que irradia a través del objeto. Por eso la
belleza nunca puede morir, simplemente tiene múltiples formas de revelarse. La
luz de la belleza que vemos en las cosas es la luz de nuestra propia
conciencia. Al descubrir esto, entramos en contacto con la fuente del deleite
infinito en nuestro interior. La belleza de la percepción solo ocurre cuando la
mente se limpia de los condicionamientos del ego y descansa en la pura
conciencia. Entonces cualquier cosa que vea irradia la luz de la eternidad a
través de la belleza del Ser Verdadero o Ser Universal. De lo contrario,
nuestro condicionamiento mental, como el fango bajo el loto, obstruye la sutil
y transparente belleza de las cosas, aún cuando seamos capaces de percibir
claramente sus características físicas. Cuando la mente se purifica, se
transforma para convertirse en la belleza del loto y de este modo poder ver a
través de su propio reflejo la verdadera belleza inherente en todas las cosas
manifiestas.
Aunque
es una deidad del hinduismo, también es venerada por el budismo. Para lo
Budistas también representa la diosa
de la abundancia y de la fortuna, es
común ver su representación en algunos templos y stupas. Es considerada
como una deidad importante en el
Jainismo y se encuentra en los templos Jain. Es reverenciada a diario por
millones de personas en todo el mundo.
En el
hinduismo, Laksmi es la consorte eterna del dios Visnú, y diosa de la belleza y
de la buena suerte. En el hinduismo suele representarse a la diosa Lakshmi
montando un búho blanco, cuyos ojos grandes simbolizan la visión aguda durante
la noche; esto es visto como un presagio de prosperidad. Lakshmi monta un búho,
recordándonos que sin ser sabios como el búho la prosperidad no puede
alcanzarse, y que también uno puede cegarse al alcanzar la prosperidad, así
como los búhos quedan ciegos con el sol. Así, como el búho, estamos en peligro
de perder nuestro sentido de dirección. Un dato curioso y agradable es que
entre algunas especies de lechuzas, los hermanos mayores brindan alimento a sus
hermanitos, lo que no es usual en otras aves.
Como
manifestación sagrada de todas las formas de prosperidad, ella es probablemente
la Diosa más popular de todos los Dioses y Diosas Hindúes. Es benefactora,
distribuye su generosidad sin explicar por qué favorece a unos y perjudica a
otros. Es la fortuna, con todo lo que esto comporta de aleatoria. Las joyas son
otro de los signos de la presencia de Lakshmi. También se la conoce como Shri,
que significa «Esplendor».
Tiene
una presencia dual en el panteón hinduista: Por un lado representa la encarnación
de la gracia y la belleza. En un concepto más amplio representa el concepto de
prosperidad y riqueza, más allá delo tangible, pues en un estado más sutil
pueden evaluarse diversos planos.
Lashkmi
es la Diosa de todas las riquezas materiales (dinero, belleza, buena suerte,
salud, prestigio, abundancia) y también de las riquezas espirituales (amor,
bienestar, vitalidad, generosidad, desapego, humildad, luz).
La
palabra «Lakshmi» se deriva de la palabra sánscrita Laksme, que significa
«meta». Lakshmi, por lo tanto, representa la meta de la vida, que incluye la
bonanza material y espiritual. Como consorte de Vishnu, esta Diosa representa
también el equilibrio. La capacidad de abrir las puertas de la abundancia tanto
para entrar como para salir, tanto para dar como para recibir en su justa
medida, en un intercambio infinito de energía y amor controlados y
proporcionados.
Vestida
con Sari rojo bordado en oro. Es descrita como una bella mujer india de grandes
ojos oscuros, piel dorada y cuatro brazos.
Sus hermosas vestiduras rojas y doradas representan actividad y
prosperidad. Aparece sentada o de pie en
su trono de loto rosa, que representa la belleza, la pureza y la fertilidad.
Lleva dos flores de loto bendiciendo a sus devotos, representando la evolución
espiritual y la armonía en la vida. Se ve a Lakshmi representada en monedas y
suele estar flanqueada por elefantes, los cuales significan su poder real. Su
expresión suele ser tranquila y cariñosa.
Usualmente
se la representa con cuatro brazos: al lado derecho uno sostiene una flor de
loto y con el otro reparte bendiciones; al lado izquierdo uno reparte monedas y
el otro un loto. Sus cuatro brazos simbolizan los cuatro fines que se deben
buscar en la vida humana: dharma (justicia), kama (deseos genuinos), artha
(abundancia), y moksha (liberación del ciclo de reencarnación). Su asociación
con los lotos se refiere a la pureza y el poder espiritual. Ella nos vincula
con la fuerza de la prosperidad y nos ayuda a pensar de una manera abundante.
Tiene
el río Ganges a su servicio, y dos elefantes se muestran de pie junto a ella y
la pulverizan con sus aguas, esto denota que el esfuerzo incesante, de acuerdo
con el “Dharma” y rigiéndose por la sabiduría y la pureza, conduce a la
prosperidad material y espiritual.
LAKSHMI
ES LA ESPOSA DE VISHNÚ, Y ENCARNA LA FUERZA Y LA POTENCIA DEL GRAN DIOS.
Lakshmi
también se llama Sri o Thirumagal porque
está dotada de seis cualidades auspiciosas y divinas y es la fuerza divina de
Vishnu. Otro de los nombres de Lakshmi
es Chanchala, que significa, «inestable», «inquieta». Durante sus festejos se
suelen sumergir en leche las imágenes de Lakshmi durante tres días, recordando
el mito narrado en el Srimad Bhagavatam cuando los semidioses y demonios
batieron el oceano de leche para conseguir el Amrita (néctar de la
inmortalidad).
Su mito
de creación es uno de lo más coloridos de todas las deidades hindúes. Se dice
que nació, totalmente crecida, sobre un loto rosa que se elevaba desde un mar de leche espumosa. El mito fundamental hindu cuenta que del
océano cósmico de leche, una de las
maravillosas criaturas que surgieron de él fue Lakshmi (casi igual que como
nació Afrodita) y ella vino a otorgarle a Vishnu el poder que necesitaba para
devolver el equilibrio al mundo material y el Señor Vishnu la acepto como su
consorte.. Gracias a la unión entre Vishnu y Lakshmi, renació la memoria del
amor y se re-estableció el orden. Su regalo para el mundo es el Dharma, la vida
armoniosa.
Vishnu
es un Dios que forma parte de la trinidad hindú o “trimurti” como suelen
llamarla los hindúes, este es el trío de dioses formado por Shiva, Brahma y
Vishnu, donde Vishnu es el preservador universal; es considerado como la
esencia indestructible en un mundo de cambios, la realidad eterna en medio de
la pluralidad y el estado más elevado de conciencia que posee cada ser humano.
En el
momento que surgió hacia la tierra, la diosa escogió a Vishnú como su compañero
eterno, tanto de las generaciones precedentes como de las sucesivas, ya que era
el único que podía detener a Maya, la ilusión. Por ello se dice que en la
encarnación de Vishnú como Rama, ella encarnó en Sita, su esposa. En la
encarnación de Vishnú como Krishna, Lakshmi encarnó como Raddha. La poesía
hindú con mayor carga erótica narra la historia de Raddha, una mujer casada que
sentía una pasión desbordante por Krishna, y se aleja a escondidas de su marido
mortal para reunirse con él. Estos poemas se reflejan el carácter voluble de la
diosa y el gran amor que sentía por su esposo inmortal. Como consorte de
Vishnú, ella representa el lado activo y la energía femenina del Ser Supremo.
Cuenta
la mitología Hindú que Indra (rey de los Dioses) presidía una procesión sobre
su elefante cuando se le acercó un mendigo y le entregó una guirnalda
diciéndole: “Toma, rey. Te entrego esta guirnalda como símbolo de prosperidad y
abundancia, cuídala”. El rey la tomó descuidadamente y, sin ningún interés, la
colocó en el cuello de su elefante, sin saber que, dentro de esa guirnalda, se
escondía Lashkmi, la Diosa de la prosperidad. Al ver que Indra, rey de los
Dioses, no sentía ningún respeto hacia ella, Lashkmi simplemente desapareció y,
con ella, toda la prosperidad de los mundos, la alegría, la belleza, las
flores, el dinero, la bondad y el amor.
Los
Dioses, al darse cuenta de que dentro de la guirnalda se ocultaba Lashkmi y de
que había desaparecido, fueron corriendo a pedir consejo a Visnhu, esposo de
Lashkmi y Dios del equilibrio. Vishnu, aterrorizado, pues ella le proporcionaba
la energía para poder realizar sus funciones, sabía que Lashkmi no era una
diosa que se enfadara o se enfrentara con armas; cuando no se la honraba,
simplemente desaparecía. Se lanzó a una búsqueda sin fin por los mares
profundos generando un enorme remolino de agua en el que, por fin, la encontró
delicadamente posada sobre una flor de loto, vestida de rosa ofreciendo flores
y bendiciones. Una vez la tomó de la mano, la prosperidad volvió a los mundos.
Este
sencillo pero elocuente relato nos ofrece una idea bastante explícita de lo que
significa la prosperidad y la abundancia. Cuando no la valoramos, desaparece.
Cuando la buscamos, nos ofrece su mano con generosidad y regresa. Pero aún
siendo tan antigua como la creación, el primer documento que contiene evidencia
sobre Lakshmi es un himno relativamente tardío, uno de los “Khilas” adherido al
antiguo corpus del “Rig Veda“.
Los
libros sagrados hindúes, que se parecen mucho a las grandes epopeyas griegas,
nos narras bellísimas historias de Diosas y Dioses que encarnan distintos
aspectos y fuerzas de la vida y del universo.
Lakshmi,
“la del trono de loto”, es muy semejante a la diosa del amor de Grecia,
Afrodita “la del trono de rosas”,, y
como ella nace de la espuma del mar.
Curiosamente muchos de los epítetos son idénticos a los que recibe
Afrodita en la religión griega y es imposible negar un origen indoeuropeo
común.
Lakshmi
tiene mucho en común con la diosa griega Afrodita y la Venus romana ; todas son
diosas del amor para atraer riqueza y prosperidad, tanto materiales como
espirituales.
En las
ruinas de Pompeya se hallo una estatuilla de márfil indio que representa a la
diosa hindú de la fertilidad, Laskshmi, danzante, completamente desnuda y
adornada por gran diversidad de joyas.
Tres
mil años después sigue siendo el símbolo de la suerte, es la deidad femenina
más adorada y amada. Venus, Afrodita, Inanna o Astarté, Lakshmi u Oshun…. Ella
ha tenido muchos nombres y la Humanidad le ha ofrecido sus oraciones para pedir
Amor y Abundancia….
A todas
estas diosas, incluida la diosa Laksmi se las asocia al número 8 y su figura
geométrica, llamada “estrella de Lakshmi” son dos cuadrados entrelazados (un
octógono estrella), figura que H.P.Blavatsky asocia a Venus, y a su influencia
sobre su planeta hermano, la Tierra. Pues, ciertamente Lakshmi es Venus, el
despertar de la conciencia humana, la luz inteligible que permite ser vivida
gracias a ella, la blanca espuma del mar y las flores del lotus que, como
estrellas, ornaron la Tierra con su belleza desde hace decenas de millones de
años, cuando el ser humano abrió los ojos a la vida, por primera vez consciente
de sí mismo y de lo que le rodeaba.
Para
los indos es el loto emblema de la potencia creadora de la naturaleza, por la
compenetración del fuego (espíritu) con el agua (materia)
La flor
del loto o lirio de agua simboliza el tránsito de lo subjetivo a lo objetivo,
del pensamiento abstracto de la Divinidad desconocida a las formas concretas y
visibles de la creación. Disipadas las tinieblas, surgió la luz y Brahma vio en
el mundo ideal, hasta entonces sumido en la mente divina, los arquetipos de las
cosas que habían de tomar forma visible en la manifestación del universo.
Porque, como arquitecto del universo ha de dar existencia objetiva a los tipos
ideales ocultos en el seno del Eterno, del mismo modo que en la semilla del
loto se ocultan las futuras hojas de la planta.
Estrella
de Lakshmi o Ashthalakshmi, simbolizando las ocho formas de riqueza
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