MORRIGAN
Divinidad irlandesa.
Excita a los guerreros a combatir, pero se presenta también como diosa del
amor. Su nombre significa gran reina.
Morrigu, Morrigan,
Morigan, Morrighan, Morgana. Esta diosa celta es conocida por cada uno de estos
nombres, desde Irlanda hasta Gales e Inglaterra, pero a parte de ellos tiene
otros apelativos que hacen referencia a su condición. Tales como la "Gran
Reina", que quizás sea el más popular y conocido, pero hay otros como
"Diosa Suprema de la Guerra", "Reina de los Fantasmas"
"Reina de los Espectros", "Lavador en el Vado".
Realmente es una
diosa compleja, al estar compuesta por una Tríada como sucede con otros dioses
o diosas celtas. El 3, no olvidemos es un símbolo de la Totalidad y la
eternidad, entre otras simbologías. Morrigan forma parte de una tríada con dos
nombres más: Badbh y Macha. Es la misma diosa con diferentes aspectos y
facetas. Incluso se la relaciona con la "Gran Diosa Blanca" "La
Gran Madre", "La Diosa Luna" "La Reina de las Hadas",
que era Dana ( Dé Ana) (Diosa Ana, o Anu), en su aspecto más sombrío, en este
caso formarían la Trinidad del Destino con Dana, Badh y Macha y en conjunto son
llamadas "Morrigan", tres aspectos diferentes de la misma Diosa. Dado
que hablar de cada uno de sus aspectos (Badh, Macha, O Dana, incluso Nemain)
nos llevaría a otro apartado y artículo. Nos centraremos en los aspectos de
Morrigan, más difundidos.
Morrigan es la diosa
de la muerte que asume la forma de un cuervo. En las leyendas irlandesas
Morgan, es Morrigan a la cual se invocaba a la batalla por medio de una
incitación de los cuernos de guerra o de los graznidos de los cuervos. Los
cráneos de los caídos en batalla eran llamados "las bellotas de
Morrigan", es decir de la Diosa del Destino humano.
Fue amante de reyes,
ayudó a los Tuatha dé Danann en sus batallas. Intentó seducir a Cuchulainn,
presentándose como una atractiva joven, dado que era el mejor guerrero y quien
repartía más muerte siendo rechazada por éste, desdeñándola por el fragor de la
batalla. Morrigan consternada le ataca cambiándo de forma, anguila, lobo, vaca,
pero Cuchulainn siempre la vence, al final lo lleva hacia su destino, la
muerte, descendiendo sobre él, en forma de cuervo, cuando está herido de
muerte, atado a un árbol.
Cuando los soldados
celtas estaban en el campo de batalla y veían o escuchaban a Morrigan
sobrevolando, sabían que había llegado el momento de trascender; entonces daban
lo mejor de sí realizando todo tipo de actos heroicos, enardeciéndose en la
batalla y despreciando la propia muerte. Digo trascender, puesto que la muerte
no significaba para los aguerridos celtas un final sino un comienzo en el Otro
Mundo, Lo peor en la batalla, no era morir, sino, ser hecho prisionero o quedar
tullido. En la cultura Celta la muerte representa la trascendencia de la vida y
el inicio de un nuevo ciclo. Pero aún en este aspecto sombrío, otorgaba una
gran seguridad a los guerreros.
MORRIGAN.
DIOSA SUPREMA DE LA GUERRA CELTA
Morrigan, tiene la
facultad de transformarse o mejor dicho metamorfosearse, siendo su animal
preferido el cuervo o corneja. Bajo este aspecto se presenta ante el Donn de
Cuailnge, avisándole que va a morir. Pero sus profecías no siempre son de este
tipo de augurios, sino que en ocasiones sus sabios consejos son tenidos en
cuenta, como ocurrió cuando aconsejó al Daghda, de cómo tratar a los
fomorianos, enemigos como ya sabemos de los "Tuatha dé Danann".
También es símbolo
del amor carnal y hasta de cierta promiscuidad sexual, pero carente en todo
momento de culpa, dado que los antiguos celtas no veían el sexo como algo de lo
que sentir vergüenza o ser algo culpógeno. En una ocasión se presentó, por
Samhain ante el Daghda, dios de la Tribu y a horcajadas sobre un río tuvieron
una relación sexual, por ello es diosa de la fertilidad y del emparejamiento,
así como deidad soberana, identificándose y uniéndose a la Tribu, a la Tierra
de Irlanda en la simbología del coito con el Daghda, dios de la tribu.
Cuando aparece en
los arroyos, lavando los ropajes de aquellos que van a morir, como en el caso de
Cuchulainn, es el heraldo de la muerte y es llamada el "lavador del
vado".
El nombre de esta
Diosa lleva inmediatamente a pensar en el del hada Morgana de las novelas
artúricas, a la que se asemeja en numerosos puntos, cuando menos en los
aspectos de furor y de sexualidad. Pero la Morgana artúrica proviene de un
antiguo epíteto como "morigena", (nacida del mar), cuyo equivalente
irlandés sería "Muirgen", y quizás sea otro artículo.
Otros de sus
aspectos coinciden en señalarla, además de diosa de la guerra, del destino y de
la muerte, como diosa de ríos, lagos y todo tipo de aguas dulces.
Otra lectura que
podemos entresacar de las deidades femeninas celtas, y de Morrigan , en
concreto, es la gran importancia y relevancia de lo femenino, en todas sus facetas,
en unas gentes que no obstante, dejaban buena constancia de sus cualidades
viriles, pero respetando el papel femenino e incluso igualándolo al del hombre,
en todos los aspectos positivos o negativos. Con casi todos los derechos. No en
balde se dice, que para la época en que vivieron, las mujeres celtas eran las
que estaban más casi en igualdad de derechos y obligaciones entre los pueblos
paganos de aquellas épocas, por encima de griegos y romanos específicamente, a
los que se considera hoy en día, casi como los civilizadores de la Europa
"bárbara".
Esta es la patrona
de las sacerdotisas y brujas, ella es la señora de la venganza, la noche, la
magia y las profecías, pero también es una diosa protectora de ríos, lagos y
toda agua dulce. Es una gran Diosa Madre y se la considera también una diosa
lunar y la Reina de las Hadas.
En su aspecto oscuro
era una diosa de la guerra y de la muerte, era representada como un grajo o
cuervo y también reinaba sobre los fantasmas y demonios. Pero, como Diosa
Madre, Morrigan es poseedora del cuerno de la abundancia, la cornucopia, además
de tener un gran poder femenino sobre la fecundidad y maternidad.
Es de por sí, un
nombre que infunda valor y fuerza de voluntad y es una poderosa entidad divina.
Sus invocaciones entrañan trabajos de defensa, energía, alejar enemigos,
limpiar el camino para establecer la vida, así como consuelo de las penas,
desarrollo en la fuerza de fe y contacto con la Diosa. Para bendecir las aguas
es la mejor divinidad ya que ella las protege y sus santuarios naturales
deberían estar en las cascadas y arroyos.
►Característica:
La lucha. El amor.
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