DIOSES PRINCIPALES
DEL PANTEÓN EGIPCIO
AMÓN
Dios principal de la
ciudad de Tebas. En su origen pudo ser un dios de los vientos, y, como tal, era
el protector de los navegantes. Su nombre significa 'el oculto'. Acabo
fusionandose con el dios Sol, recibiendo el nombre de Amón-Rá. Se representa
bajo aspecto humano, y con un tocado consistente en una corona de dos grandes
plumas verticales juntas.
Amón era el dios de
la creación según los antiguos egipcios, aunque al principio, era tan sólo una
de las muchas deidades adoradas por los egipcios. Su culto se se fue volviendo
más importante, y posteriormente se combino con el culto destinado al dios sol
Ra para formar una nueva deidad llamada Amón-Ra.
Los egipcios
honraron a Amón-Ra como rey de los dioses y creador del universo, así como
también creían que él era el padre de los faraones, además de que se creía que
esta deidad estaba relacionada con las victorias durante las batallas. El culto
a Amón-Ra permaneció firme en todo Egipto durante muchos siglos, siendo popular
incluso en los primeros años de desarrollo del cristianismo, y su adoración se
extiendo a ciertas areas de Grecia y Roma, donde se lo asocio con Zeus y
Júpiter respectivamente.
LA CREACIÓN SEGÚN
LOS EGIPCIOS: Según el mito egipcio de la creación, Amón era uno de los dioses,
que formaban la ogdóada, conjunto de ocho deidades que se cree representaban
aspectos del universo precreado, así el emparejamiento de Amón y Amaunet
representa " ocultamiento ". En al menos una tradición, Amón fue el
padre de este grupo de dioses, y la importancia de Amón se puede ver en que él
mismo no tuvo padre. En otras palabras, no necesitaba otro dios para su
creación.
Los relieves de los
templos del Nuevo Reino describen un mito en el que Amón se enamora de la reina
de Egipto. Él la visita en la forma de su marido, el rey, y tiene un hijo.
Cuando el niño nace, Amón declara que el niño es suyo y presenta a su hijo a
los otros dioses como el futuro rey.
IDENTIDADES
CAMBIANTES DE LOS DIOSES EGIPCIOS: Los antiguos egipcios a menudo combinaban
diferentes dioses en una sola deidad, un proceso que se conoce como
“sincretismo". Hay muchas razones por las que los egipcios practicaban el
sincretismo.
En algunos casos se
trataba de una decisión política destinada a fomentar la lealtad y mantener la
paz, como durante el reinado de los Tolomeo (una dinastía griega que gobernó
Egipto durante trescientos años), cuando las deidades griegas Zeus y Helios se
vincularon con las deidades egipcias Osiris y Apis para formar la deidad
greco-egipcia Serapis. En otros casos, no hay ninguna razón clara por la que
los dioses estuvieran vinculados. En general, sin embargo, estos vínculos no impidieron
que los egipcios continuaran adorando a los dioses individualmente. Las
identidades de los dioses egipcios no estaban fijas o estancadas, sino que
cambiaron para acomodarse a los cambios políticos y sociales, de modo que los
egipcios pudieran adorar tanto a Serapis como a Osiris al mismo tiempo.
EL MITO DE AMON EN
CONTEXTO: Durante gran parte de la historia del antiguo Egipto, Amón fue
honrado como el dios supremo en el panteón egipcio. Pero los cambios políticos
en Egipto afectaron su popularidad en diferentes momentos. Originalmente era
una deidad local en Hermopolis, una ciudad en el sur de Egipto, y tenía poder
sobre el aire o el viento. Para el año 2000 a.C., la popularidad de Amón se
había extendido a la capital Tebas, y los gobernantes -quizás en un esfuerzo
por aumentar su propia popularidad entre el pueblo- comenzaron a honrarlo como
el dios nacional de Egipto.
Sin embargo, después
de que los invasores conocidos como los Hicsos conquistaran el norte de Egipto
en el siglo XVIII a.C., sólo los habitantes del sur continuaron adorando a
Amón. Cuando los egipcios expulsaron a los Hicsos en el siglo XVI a.C., la
influencia de Amón se expandió rápidamente, al igual que el tamaño y el
esplendor de sus templos.
Dos de los templos
más grandes del antiguo Egipto, situados en Luxor y Karnak, estaban dedicados
al culto de Amón, y sus seguidores controlaban grandes riquezas.
REPRESENTACIONES DE
AMÓN: Amón suele aparecer en el arte egipcio como un hombre barbudo con un
tocado de dos plumas de avestruz, un collar ancho y una prenda ajustada. Su
piel es típicamente azul, quizás para mostrar su conexión con el viento y el
aire. En una mano tiene un ankh, el símbolo egipcio de la vida, y en la otra,
un cetro, un símbolo de autoridad. A menudo es retratado sentado en un trono
como un faraón. Como Amón-Ra, el dios a veces se muestra con la cabeza de un
halcón coronada por un disco dorado que representa al sol, rodeado por una
serpiente. También está asociado con el carnero y el ganso.
AMÓN EN EL ARTE, LA
LITERATURA Y LA VIDA COTIDIANA: Amón fue uno de los temas más populares del
arte egipcio antiguo. Su imagen aparece en monumentos antiguos de todo Egipto y
sigue siendo un símbolo popular de las antiguas creencias egipcias. Se ha
sugerido que el uso judeo-cristiano de la palabra "amén" al final de
una oración se deriva del nombre de Amón, aunque muchos eruditos discuten esta
afirmación.
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