LA MAGIA DEL ELEMENTO TIERRA
De la tierra provenimos y a ella
debemos regresar. Es el elemento de la nutrición, de la seguridad, el
crecimiento, la estabilidad y la disciplina.
Trabajar
con la tierra implica tener paciencia para esperar tranquilamente el momento en
el que las cosas surjan. Los bosques, las selvas, las playas o los desiertos no
se formaron en un día; el crecimiento requiere de tiempo, Constanza y
perseverancia. Cuando despertamos nuestra conexión con la madre tierra y su
preciado elemento en nuestro interior estamos creando un espacio fértil,
pacífico, seguro y nutrido en nuestra alma; así como la certeza, estabilidad,
crecimiento, la logica y el sentido común: los pies bien firmes en la tierra.
La
tierra es un elemento Frío + Seco
Lo
frío aporta capacidad reflexiva, concentración, timidez y frialdad al elemento
y lo seco inflexibilidad, rigidez, tensión y dureza. Estas características
hacen a las personas con predominio de tierra calculadoras, lógicas, prácticas,
perseverantes, lentas, realistas y tenaces. Si hay algo que caracteriza a las
personas de tierra es la razón, las ideas bien definidas y su empeño en
satisfacer sus necesidades materiales.
TIPO
DE RITUALES
Con
la ayuda del rey elemental de la tierra puedes crear hechizos y rituales
mágicos de estabilidad y crecimiento; seguridad, constancia, perseverancia,
solidez, trabajo, ganancias materiales, salud física, relaciones duraderas,
concentración, pertenencia y equilibrio.
Es
importante que empieces a tener contacto con el elemento, y aquí te dejo una de
las formas. Entrar en contacto con la tierra es comprender uno de los misterios
más terribles y ocultos de la sabiduría antigua. Porque la tierra es un
elemento extraño, el más alejado de nuestra psique, se oculta en nuestro
cuerpo, en la parte que tiene forma y tiene apetencias. La tierra es el carro,
el vehículo de nuestra acción, y el carro solo se mueve si esta bien formado,
bien hecho. Solemos pensar que para trabajar la tierra solo hace falta ejercer
presión, pero no es sólo es. La presión por si sola únicamente genera caos. La
tierra, el cuerpo, las partes de nosotros mismos que hacen cosas, ya sea
escribir, hacer rituales o correr cinco kilómetros, solo se mueven si quieren,
solo se mueven si deciden colaborar. Por eso en la tierra se encuentra el punto
de mayor inercia, el momento “ballena” donde el mamífero es tan pesado que no
puede salir del agua.
La
tierra, el cuerpo físico, la materia, que es la parte mas densa de la ecuación
energética, es precisamente el punto de inflexión en nuestra relación con la
realidad. La tierra es la cárcel del fuego, la manifestación visible es la
cárcel del espíritu. Pero es también la matriz que lo permite crecer, salir de
sus limites, liberarse para llegar a ser otra cosa, algo mas grande, mas
fuerte, eterno en su cambio continuo.
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