LA
HISTORIA QUE ME LLEVO A LA MAGIA
por
Monica Chartunni.
Durante
el transcurso de nuestras vidas crecemos con creencias, estereotipos y con las
tradiciones apegadas a todo lo anterior, todo lo que sea diferente a eso, es de
manera inmediata relacionado con alguna patología clínica o simplemente la
gente a tu alrededor cree que tienes una gran imaginación y empiezas a hacer a
un lado esa parte espiritual, esa memoria genética.
¿Pero
qué pasa cuando de repente te das cuenta que no solo eres tú, que hay algo más
allá de lo que eres en este momento y que no solo te involucra a ti si no a la
persona que más importa en tu vida?
Esta,
es mi historia, nuestra historia, la que a un principio pensé que era una
maldición y ahora es nuestra bendición porque todo tiene un para qué.
Todo
comenzó cuando mi hija me dijo que la seguía una sombra desde hacía ya varios
años, y yo apegada a mis creencias religiosas le decía que rezara, pero me
decía que aunque lo hacía, ésta no se iba. Después esta “entidad” comenzó a
lastimarla, a un principio llegué a pensar que esas heridas ella misma se las
provocaba para llamar mi atención ya que era una niña y ahora adolescente que
pasa mucho tiempo sola por mis horarios laborales, después lo asocié a la falta
de una figura paterna que tanto le dolía no tenerla; pero con el tiempo yo
también empecé a recuperar esa sensibilidad que dejé dormida durante años y
comencé a sentirla siempre a mis espaldas, nunca de frente. Con el paso de los
días los ataques se fueron intensificando hasta que por una amiga que llegó de
visita a la casa y también la percibió, llegamos al coven La Orden del Dragón
Azúl en donde encontramos la respuesta a nuestras preguntas y el camino; aunque
a un principio aún me costaba entenderlo, aceptarlo y asimilarlo por todos los
apegos sociales, culturales y sobre todo religiosos con los que creces, en
donde te dicen que tienes que apegarte a la iglesia para que cuando llegue tu
momento te vayas al cielo, hasta que uno de esos días en los que estábamos
estudiando, mi hija fue atacada fuertemente delante de varios hermanos del
coven a lo que de manera inmediata nuestra sacerdotisa y otra de nuestras
brujas la protegieron y lograron contener el ataque, pero fue tan fuerte que
dejó marcas de sus manos en el cuerpo de mi hija.
Posteriormente
me realizaron una regresión por medio de relajación profunda y fue ahí en donde
llegué al punto de partida y me di cuenta que el karma no es de la vida en la
vivimos y tenemos conciencia, sino que va mucho más allá y sobre todo cuando
generas un daño terrible.
Durante
la regresión comencé a ver en colores y en el rojo vi un rostro, el de una
mujer hermosa que me sonreía pero no sabía quién era. Pues bien, en el año de
1450 A.C. en la parte de la Grecia antigua pertenecí a una élite de 13
pitonisas entre las cuales estaba una hermana, ella un ser de luz y yo de la
oscuridad y servíamos a un gobernante, un tirano que estaba enfermo de poder e
iba conquistando ciudad en ciudad por medio de la violencia y derramamiento de
sangre. En una ocasión mi hermana me dice que él está a punto de cometer la
peor de sus barbaries y que era preciso detenerlo, a lo que yo le contesto que
sí, que se adelantara. Casi de inmediato corrí con este gobernante y delaté a
mi propia hermana, ella se entera de mi traición y emprende la huida; es en
donde empieza la cacería de brujas.
Al
pasar del tiempo mi hermana se hace más fuerte y es casi imposible detenerla,
solo hay algo que puede frenarla y en ese momento, tomo la iniciativa de hacerlo;
voy a hurtadillas al lugar donde ella tomaba algunas temporadas de descanso y
en su ausencia secuestro a su hija, sabía que solo así podía dejarla expuesta y
sin mente para poder pensar más que en rescatarla. Nunca se la entregué con
vida, solo el cuerpo destrozado por la tortura y es en ese momento que ella se
rompe por dentro de dolor con un profundo sentimiento de odio y venganza.
Después de la regresión tenía un nombre en mente pero nunca lo dije a nadie.
Han
tenido que pasar siglos y siglos en los cuales ella no pudo trascender y se
quedó atrapada en ese plano, llena de odio y dolor, añorando a su hija. Durante
todo este tiempo ella ha buscado la manera de vengarse asesinando en otras
vidas a la hija que hemos compartido en las diferentes reencarnaciones, pues se
nos daba la oportunidad de cerrar ese círculo karmático y que hasta ahora pudo
lograrse. Gracias al apoyo y amor de mi coven, en una iniciación de trece
brujas se le realizó un ritual de protección a mi hija, no sin antes yo haberle
pedido perdón por el daño causado pero que no tenía en esta vida conciencia de
lo que había hecho en aquel entonces y le pedí que me ayudara a cuidarla, ella
desde su plano y yo desde éste.
El
consejo de nuestra suma sacerdotisa fue que mi hija podía volverla un ser de
luz, ya que ella tenía un amor mal entendido y al ser seres atemporales, no
veía a Fernanda si no a su hija Ravana y en mí veía a su hermana, a la que
odiaba por sobre todas las cosas; que ella era la conexión para sanar esa
relación entre nosotras.
Unos
pocos días después en un viaje astral que hizo Fernanda y que es común para
ella hacerlos, se hizo presente en el lugar donde vivíamos en ese entonces y se
mostró tal y como era, no como la sombre horrenda que veía mi hija desde un
principio. Estuvieron hablando de muchas cosas, entre ellas del perdón entre
ella y yo y que efectivamente, ahora ella pertenece al quinto plano y es quien
cuida de ella. Al final de la plática Fer me dice: “Por cierto, su nombre no es
Irina, es Myrina”, el primero era el nombre que yo tenía en mente después de la
regresión y cuando me la describió, era el rostro que vi… fue impactante.
Después
de investigar un poco acerca de ella, descubro que en verdad Myrina existió,
fue la reina de las amazonas, habitaba la región de Libia al norte de África.
Constituyó un ejército de treinta mil infantes y tres mil jinetes con el que
sometió a los Atlantes y al pueblo de las gorgonas. Llegó hasta Egipto y
sometió Siria y llegó hasta el mar Egeo fundando las ciudades de Cime, Pítane y
Prieme incluso hay una ciudad con su nombre a unos kilómetros de Turquía.
Dominó la Isla de Lesbos, fue una de las amazonas que asediaron Troya. En su
estancia en Egipto, protegió a Horus, el hijo de la diosa Isis y posteriormente
emprendió la invasión de Arabia.
Posteriormente
pasó a Tracia donde encontró la derrota y la muerte frente a los ejércitos del
rey Mopso y su aliado, el escita Sipilo.
Cuando
algún niño, ya sea su hijo, sobrino o simplemente un amigo de la familia les
comente algo parecido, no lo echen en saco roto por favor; todo tiene un para
qué y muchas veces necesitamos cerrar esos círculos karmáticos que no nos dejan
avanzar espiritualmente, son nuestra ancla y no tenemos conciencia, solo es cuestión
de prestar atención a las señales y como en mi caso, encontrarte con las
personas indicadas.
Ahora
puedo asegurarles que mi hermana angelical nuestra hija y yo, vivimos en
perfecto amor y perfecta confianza.
Feliz
encuentro, feliz partida.
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