ANUBIS
Dios que presidía
las momificaciones y guardian habitual de las necrópolis. Se representaba como
un chacal negro o como un hombre con cabeza de chacal o de perro. Guíaba el
alma del difunto en el más allá. Protegía el cuerpo de Osiris durante, y
después, de que éste hubiera sido embalsamado. Luego sería integrado en la
religión de Osiris, siendo entonces hijo de Neftis.
ANUBIS, DIOS EGIPCIO
DE LOS MUERTOS Y EL INFRAMUNDO
Anubis es el nombre
latino que se le dio al dios egipcio el inframundo. Se lo conoce como el “Señor
de la Necrópolis”. De acuerdo con lo que se indica en la mitología egipcia, es
el hijo de Seth y de Neftis. La misión principal de Anubis consistía en guiar
al espíritu de los muertos hasta el otro mundo o la Duat.
Inicialmente fue el
dios de los muertos, pero luego se lo relegó a un segundo plano en cuanto el
culto a Osiris le dio este rol principal en el más allá. De acuerdo con los
trabajos históricos, es uno de los dioses más antiguos de todo el panteón
egipcio, pues sus paletas predinásticas datan de Nagada.
En pocas palabras,
el objetivo de Anunbis consistía en guiar el muerto dentro del Más Allá, motivo
por el cual lo iluminaba con la de un, además de presidir cada una de las
sepulturas. Como dato adicional, entre sus funciones se destaca su siempre
constante interés por ser el “abridor de caminos”.
También se le
reconoce como el dios protector de los sacerdotes embalsamadores, pues en
definitiva él mismo era quien se encargaba de embalsamar a los dioses, pues
ayudó a Isis a embalsamar a Osiris. Finalmente, se lo identifica como una
personificación del solsticio de verano, al igual que ocurre con Upuaut, aunque
en este caso lo hace para el invierno.
EL MITO DE ANUBIS: Primero
Neftis como la diosa de las sombras y de los lugares húmedos, tomó la
apariencia de Isis para acercarse al dios del mundo subterráneo y estar con él
luego que se encontrase embriagado con un vino añejo. Fruto de esta unión nació
un niño que se abandonó inmediatamente, pero fue Isis quien lo rescató, cuidó y
le dio el nombre de Anubis.
Como dios del
embalsamamiento y los muertos, el más allá y las almas perdidas, Anubis es uno
de los dioses más prominentes y místicos del antiguo Egipto. Fue conocido desde
los primeros períodos en la historia de la civilización que se basó cerca del
río Nilo.
Este dios fue
mencionado por primera vez durante el período de la Primera Dinastía, pero es
posible que futuras investigaciones puedan mostrar que estuvo presente incluso
antes de eso. Sin embargo, es interesante notar que el nombre
"Anubis" era desconocido antes de que los griegos llegaran a Egipto.
En el antiguo idioma egipcio, se llamaba Anpu o Inpu. Este nombre tiene la
misma raíz que una palabra que significa "niño real". Además, también
está relacionado con la palabra "inp", que significa
"decaer". Anubis también era conocido como "Imy-ut"
("El que está en el lugar del embalsamamiento") y "nub-tA-djser"
("señor de la tierra sagrada").
UN DIOS SIN TEMPLOS:
Hasta la fecha, los arqueólogos no han desenterrado ningún templo monumental
dedicado a Anubis. Sus “templos” parecen ser las tumbas y los cementerios. Los
principales centros de su culto se encontraban en Asyut (Licópolis) y Hardai
(Cinópolis). Su nombre aparece en las mastabas (tumbas de adobe) más antiguas
conocidas de la Primera Dinastía, y se han hallado también varios relicarios
consagrados a él. Uno de ellos fue descubierto en un cementerio de perros y
chacales momificados de Anubeion, emplazamiento situado al este de Saqqara.
Parece que mientras reinaron las primeras dinastías Anubis fue un dios aún más
importante que Osiris. Pero esta jerarquía cambió en el Imperio Medio, aunque
Anubis continuó siendo una de las deidades más importantes del panteón
egipcio.
Anubis era uno de
esos dioses que actuaba en ocasiones en contra de los humanos. Era
independiente: algunas veces ofrecía su ayuda, mientras que otras castigaba
severamente. Una de sus funciones principales era la de “Guardián de las
Balanzas.” Este título tenía relación con la creencia de que tras la muerte
todo individuo era recibido por los dioses, que pesaban su corazón en una
balanza muy especial. En las escenas de la ceremonia del pesaje del corazón que
aparecen en el Libro de los Muertos aparece Anubis, que calibraba si el
individuo era digno de acceder a la vida eterna. De este modo, Anubis tenía el
poder de decidir el destino de las almas.
El dios Anubis era
representado habitualmente como un chacal, y en ocasiones como un hombre,
aunque siempre vestido de negro, un color vinculado a la desolación y el
renacimiento. Anubis tenía una equivalente femenina llamada Anput, además de
una hija, la diosa serpiente Kebechet. Estaba también relacionado con el dios
Upuaut (Wepwawet), otra deidad egipcia con rasgos caninos.
Anubis era también
el patrón de las almas en pena, huérfanos incluidos. Durante el período griego
se le equiparó al dios Hermes. De hecho, los griegos crearon un nuevo dios
unificando a ambos y le llamaron Hermanubis. Tomaron esta decisión para
combinar las cualidades de Hermes como mensajero de los dioses con las de
Anubis, que guiaba a los muertos a su encuentro. Con el paso del tiempo,
Hermanubis acabó vinculado a Herpócrates a ojos de los romanos: un dios muy
popular entre los alquimistas y filósofos del Renacimiento.
El más famoso de los
relicarios de Anubis hallados hasta la fecha fue descubierto en la tumba de
Tutankamón (KV62). Este relicario, una especie de arca sobre la que descansa la
estatua de un chacal negro, se encuentra en la actualidad en el Museo Egipcio
de El Cairo (JE61444). Fue hallado detrás de un acceso carente de paredes que
conducía a una estancia utilizada como almacén. El arca se encontraba cerca del
cofre canópico, que aún albergaba en su interior los vasos canopos.
EL GUARDIAN DE LOS
MUERTOS
Las funciones
principales de Anubis eran embalsamar los cadáveres, guiar a las almas en su
camino al más allá y proteger las tumbas. Según uno de los mitos de Osiris,
Anubis ayudó a Isis a embalsamar a su esposo. Es por esta razón por la que los
sacerdotes que participaban en el proceso de momificación llevaban puestas
máscaras de chacales. No solo eso, sino que según las leyendas, cuando Osiris
fue asesinado por Seth, sus órganos se convirtieron en un regalo para Anubis.
Así dio comienzo la tradición de ofrecer a Anubis ciertas partes del cuerpo de
los difuntos. Los chacales de la naturaleza eran propensos a desenterrar los
cadáveres de las tumbas poco profundas y devorarlos. Pero los antiguos egipcios
hicieron de Anubis el guardián de los cementerios y dios del embalsamamiento
para de este modo convertir una fuerza negativa de la naturaleza en una fuerza
positiva.
Según Geraldine
Pinch:
Anubis era el
guardián de todo tipo de mágicos secretos. En el Papiro Jumilhac aparece como
comandante de los seguidores armados de Horus. Su ferocidad rivaliza con la
violencia de Seth. En textos mágicos de épocas similares, Anubis es denominado
‘Señor de los Bau’. Batallones completos de demonios mensajeros están a sus
órdenes. En los papiros sobre magia datados en la época romana, Anubis actúa
como el principal ejecutor de las maldiciones. Las gráciles deidades de los
templos de culto son apenas reconocibles en los despiadados dioses y diosas que
nos encontramos en la magia cotidiana. (…) Un relato del Papiro Jumilhac (c.
300 a. C.) explica el origen de las vestiduras sacerdotales narrando cómo Seth
se convirtió en una ocasión en pantera para atacar el cadáver de Osiris. Anubis
capturó y marcó a esta pantera, dando origen de este modo a los lunares del
leopardo. El dios chacal decretó entonces que los sacerdotes vistieran pieles
de leopardo en memoria de su victoria sobre Seth.
Durante siglos los
antiguos egipcios creyeron que los ladrones de tumbas serían castigados por
Anubis, guardián y protector de los muertos. Pero la cosa no acababa ahí:
creían además que los justos gozaban de su protección, y que gracias a sus
cuidados su vida eterna sería plácida y dichosa.
ANUBIS EN LA CULTURA
POPULAR
Anubis ha sido
investido de numerosos poderes y atributos adicionales en la moderna cultura
popular. El misterioso dios se convirtió desde el siglo XX hasta nuestros días
en un personaje habitual de libros, películas y videojuegos. Los artistas
modernos a menudo han imaginado los poderes de Anubis como más siniestros de lo
que los consideraban los antiguos egipcios. Su mala reputación ha sido creada
por el miedo y por su interés para la moderna industria del entretenimiento.
En el pasado existía
la creencia de que el ser humano no podía decidir sobre su destino. Pero al
mismo tiempo, se abrigaba la esperanza de que el dios chacal permitiría a los
difuntos acceder al más allá y disfrutar de la vida eterna.
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